La frase que hizo llorar a Iker Jimenez

Iker Jiménez no pudo reprimir las lágrimas el pasado sábado 17 de noviembre al leer una carta de uno de sus más fervientes seguidores de su programa en la Cadena SER, 'Milenio3'. El fan en cuestión del comunicador especializado en el ámbito del misterio, se llama David Torres Calahorra y arrastra desde 2008 una leucemia que, según dice en su misiva, pronto hará que deje este mundo.

Según contó Jiménez, el joven de 25 años asistió recientemente -haciendo un gran esfuerzo ya que apenas puede salir de casa por su estado de salud- a una conferencia de Javier Pérez-Campos, uno de los colaboradores del programa de la SER. Allí le dio una carta que leyó el presentador de 'Cuarto Milenio' (Cuatro) no sin emocionarse. Reproducimos un fragmento de la carta de David que leyó Jiménez:

Del 2008 hasta ahora ha sido una auténtica pesadilla lo que he vivido. Pero aún así he sido fuerte porque he intentado aguantar. La única compañía que he tenido muchas veces, porque muchos amigos me han dado la espalda y me he sentido bastante solo, era la radio y Milenio 3 en este caso. Sólo hay algo a lo que me he mantenido fiel y es a vuestras voces. Sois un bálsamo en estos momentos en que las medicinas pasan por el cuerpo como el que pasea por el parque. [...] Los pronósticos de mi enfermedad son muy malos pero antes de que llegue el momento no quiero quedarme con la espinita de no poder daros las gracias.

Jiménez, que dijo que el joven ya había visitado alguna vez el plató de 'Cuarto Milenio', explicó la profunda impresión que le había causado el testimonio de David:

Cuando llega una carta como la de David que está debatiéndose como él dice entre el más acá y el más allá y te la mando con optimismo, y te dice 'no dejeir de hacer radio y de acompañarme', uno realmente tiene que hacer un esfuerzo para no emocionarse.

No somos muy conscientes de como nuestra voz, risas en ocasiones, miedos llegan a nuestros oyentes. Y somos muy conscientes cuando llegan cartas como estas.

Vaya mal rato que estoy pasando. Escuchar esto de un joven que se mantiene fiel a la radio, a Milenio 3, y que te escribe dándote las gracias, le deja a uno bastante acomplejado. Porque nosotros a veces nos quejamos de alguna cosa, del problema de nosequé o de si tenemos más o menos, pero cuando recibes esta carta, como otra tantas, con ese mensaje de fuerza ante lo que él cree que pronto va a llegar, uno piensa en aquellos héroes de la antigüedad, que se enfrentaban a la muerte con otra filosofía.

No entendemos por qué le pasa esto a la buena gente.

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